lunes, 15 de agosto de 2011

TRAS LA VENTANA - Homenaje a Madre Pepa


Con sus manos tejía mañanas
no para ella, tejía futuros para su niño
tras la ventana,
el niño sabía que no estaba solo
que un ángel su sueño velaba
de noche, muy noche, de día, de tarde
tejiendo ganchillo tras la ventana.
Sus ojos cansados de abuela-madre
rodaban junto al balón mientras
el pequeño jugaba,
subían al cielo, tan alto subían
que prendían estrellas con su mirada
y con el encanto de una cometa
ofrecía su amor a quien tanto la amaba.
Pero un día de sol, muy gris para ella
muy gris para el niño de triste mirada,
le escuchó decir: “Adiós madre-abuela.
¿Por qué debo irme? ¡Yo no lo quiero!
Si me voy, contigo dejaré el alma”.
-Y fundiéndose en un abrazo
rompió la tarde en un mar de lágrimas-.
“¿Qué haré sin ti mi madre-abuela,
quién velará mi sueño en la noche
amarga?”
“Estaré contigo en las gotas de lluvia,
en la tibieza del sol acariciando tu cara,
en la brisa fresca, recorriendo caminos,
tras tu horizonte, tras tu alborada”.

Hoy el niño ya es hombre, ya es padre
pero consigo la lleva guardada
a la madre-abuela en su corazón
que quedó tejiendo ganchillo tras la
ventana.


96 comentarios:

Liliana G. dijo...

Hago extensivo el homenaje a la Madre Pepa, a todas aquellas abuelas que ofrecen su amor incondicional, su esfuerzo y su entrega para criar a sus nietos.

Para la Madre Pepa, para todas ellas, con inmenso cariño.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Creo, no sé, que estos versos (lo he sentido), con el mejor homanaje que se le puede hacer a una madre. La imagen, un paradigma de poesía en fotografía. Un abrazo, con afecto enrome. Carlos

Ana dijo...

Liliana Cristina tiene un don especial para transformar en palabras lo más valioso del ser humano: los sentimientos. Has conseguido emocionarme una vez más, aunque esta vez es la vez que más. El nieto que tuvo el privilegio de ser mirado y acariciado y recordado y llorado y amado por la gran Madre Pepa te da las gracias desde lo más profundo de su corazón. La Literatura, en tu nombre, ha rendido honores a una memorable mujer.

Ana dijo...

Ana es el alias de Salvador Robles Miras, quien tuvo el impagable privilegio de ser criado por una una mujer incomparable: María José Flores García de las Bayonas, para todos lo que la conocimos, la Madre Pepa.

Adriana Alba dijo...

Me has hecho emocionar Lili, con èste homenaje.

Yo tambièn tuve una "Madre Pepa" pero se llamaba Matilde.

Gracias bella Lili, tus letras iràn directo al alma de todas las Madres Pepas del Mundo.

Bellìsimo, sentido y profundo poema.

mil besos.

Mariluz GH dijo...

Mi abrazo a todas las "Madre Pepa"

y para ti, amiga poeta :)

PATSY dijo...

A lo largo de tantos años de amistad creo que leí todos tus poemas, los publicados y los inéditos también, todos me emocionaron de alguna manera porque, como bien dice Salvador, plasmar los sentimientos en palabras es un verdadero don. Pero este poema me emociona hasta transformarse en el nudo en la garganta y la lágrima a punto de escaparse. Sólo decirte que es un gran homenaje a una gran mujer.

Amiga mía, este poema es maravilloso.

Gracias, Salvador, porque con tu reconocimiento también le rendís homenaje a Lili.
Son dos grandes.

Mil besos.

El Mar...Siempre el mar dijo...

Que delicadeza querida Lili. que delicadeza en cada una de esas letras que nos van retratando a esa Madre Pepa en la que están descritas las infinidades de Madres Abuelas que pueblan los rincones del mundo.
Gracias Lili por este precioso homenaje. cuando tu escribes siempre lo haces con ese cariño especial que tienen tus letras.

Mi mejor sonrisa para ti

Liliana G. dijo...

Justamente porque lo "has sentido", es el mejor homenaje para la Madre Pepa y para mi poema, no hay reconocimiento mayor que los sentimientos.

Muchas gracias, Carlos.

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

Los poemas surgen, te podría decir que "mágicamente", como si fueran dictados por seres celestiales, nadie puede sentarse a escribir un poema si no siente que debe escribirlo. Lo excepcional de "Tras la ventana" es que lleva el hálito de la Madre Pepa y se queda pegado al corazón porque sabe del entrañable amor que te rodea siempre que de tus labios sale su nombre.

Para la Madre Pepa, y para su nieto, Dorín, con todo mi cariño.

Besos, mi querido amigo, y gracias una vez más por el regalo de tus palabras.

Liliana G. dijo...

Tu emoción es la mía, Adri, descubrir a Matilde es otro premio que recibo, esta vez de tu parte. No hay nada más halagüeño que adentrarse en ese enorme sentimiento llamado amor.

¡Muchísimas gracias!

Un beso gigante.

Alicia Abatilli dijo...

Hola Liliana querida.
¿Cómo estás?
Hay tanta ternura en tu entrada, tanta búsqueda interior, tanto afecto para alguien tan especial
Gracias.
Te dejo un abrazo.
Alicia

Liliana G. dijo...

Un abrazo que compartimos, Mariluz, porque es universal.

Muchas gracias y todo mi cariño.

María dijo...

Precioso homenaje que has hecho a la madre-abuela, porque sus abrazos son eternos y porque ellas siempre dan todo lo que tienen.

Un beso.

Liliana G. dijo...

Lo sé, Patricia... sé que tu amistad incondicional no altera tu espíritu crítico, y que tu gran honestidad se manifiesta a través de tus dichos, siempre fue así y lo seguirá siendo, por eso valoro enormemente estas palabras tuyas que reconozco como hermanas.

Muchísimas gracias.

Besos y abrazos.

Liliana G. dijo...

Y cuando sos vos quien me dedica unas palabras, querido Paco, ellas están repletas de una ternura especial y genuina, una que trasciende los renglones para acunarme el alma, a mí, y en este caso a todas las madre-abuelas que te leen.

¡Gracias!

Un abrazo enorme.

Liliana G. dijo...

¡Hola Alicia! Me da mucho gusto que se note el cariño, el afecto y la consideración con que fue escrito este poema, tu reconocimiento lo hace especial, como especial fue esta madre-abuela en su infinito amor y dedicación a "su" niño.

Muchas gracias, querida amiga.

Un fuerte abrazo.

(Estoy muy bien, Alicia, mil gracias por preguntar.)

Liliana G. dijo...

Así es, María, bien lo has dicho "ellas dan todo lo que tienen" y lo que tienen es mucho: un corazón de oro y el inquebrantable esfuerzo, que pese a los años que llevan sobre sus hombros, se hace mayor ante el amor que las embarga.

Mil gracias.

Besotes.

Marcos dijo...

El magnífico despliegue de ternura en el homenaje a la admirable madre abuela, produce mucha emoción. El poema cuenta una historia y al lector le resulta imposible ser ajeno a ella. No me extraña que Salvador se haya emocionado leyendo estos versos, son fenomenales.

Felicitaciones una vez más, Liliana.

Besos

MJ dijo...

Se siente un gran cariño tras los versos de este maravilloso poema.
Te felicito, Liliana.

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

Un homenaje donde la ternura estuviera ausente, no sería un homenaje a la Madre Pepa, querido Marcos. De todos modos estos versos han surgido de forma absolutamente espontánea, es que un ser humano como ella, no puede más que transmitir bellos sentimientos.

Muchas gracias por tus cálidas palabras.

Otro gran beso para vos.

Liliana G. dijo...

Y lo hay, MJ, me da gusto que los versos puedan transmitirlo :)

¡Muchas gracias!

Besos y cariños.

Unknown dijo...

Desborda ternura hacia alguien que derrochó generosidad, un alma con mucha nobleza.

Un abrazo.

merche marín dijo...

Yo no tuve Madre- Pepa, pero mis hijos han tenido una abuela que les ha dado todo, se ha puesto al servicio de todos nosotros para hacernos la vida siempre más fácil, más llevadera.Ellas se merecen todos los homenajes del mundo y éste tuyo es de lo mejor, Liliana, pues cala dentro, profundamente y te mueve a ser mejor persona.
Un abrazo, cielo.

Loren Simón dijo...

Liliana, me sobrecogen tus versos sabiendo la veneración que su nieto tiene por la madre Pepa y lo que ella significó en su vida, me parece un homenaje lleno de ternura y desde el corazón y existen muchas abuelas que con todo el esfuerzo y amor crian a sus nietos y dejan una huella en su vida imborrable de cariño y dedicación. Mi mami me ha ayudado siempre en el cuidado de mis hijos y la admiro por su coraje y valentía.
Enhorabuena por el poema, precioso y lleno de tu sensibilidad única.
Besos, besos y más besos

Carla Kowalski dijo...

Que hermoso homenaje Liliana!
Me hiciste recordar a mis amadas abuelas, tan dulces, tan buenas.

Es muy tierno lo que escribiste.

Charly T. dijo...

Toda la dulzura de tus versos le hacen un gran honor a la Madre Pepa quien se convierte en el referente de todas abnegadas abuelas que tienen a sus nietos a cargo.
Es muy emotivo, comprendo desde mi propia experiencia de vida la veneración de su nieto, yo tuve una "tía-madre" que no olvidaré nunca.

Besos bien merecidos.

TORO SALVAJE dijo...

Jo.
Me has emocionado.
Que pena me ha entrado...

Un homenaje hermosísimo Liliana.

Besos.

Liliana G. dijo...

Así es Halcón, el alma noble de la Madre Pepa se merecía toda mi ternura y reconocimiento.

Muchas gracias, amiga.

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

Mi madre, como la tuya, me ha ayudado mucho en la crianza de mis cuatro hijos, ellos tienen el más grande de los recuerdos de su abuela. Todos, de una forma u otra, tuvimos una mujer ejemplar que nos guió en nuestro camino. Tu emoción es el mejor homenaje para ellas.

Muchísimas gracias, Merche.

Besotes.

Abuela Ciber dijo...

Que bello lo que has construido con una sensibilidad a flor de piel, gozas de un don exquisito, que sabes traducir en palabras que llegan al alma.

Cariños mil.

Sarco Lange dijo...

Si casi he sentido el olor a pan tostado.

Abrz.

ZEDIECK dijo...

Tus emotivos versos me trajeron el recuerdo de mi abuela materna, allá en un pueblito de la provincia de Santiago del Estero donde vivía, y donde yo remontaba barrilletes con cola de trapo, que le pedía a la Abu Inés.
Se me hizo un nudo en la garganta al leer tu poema Liliana. Gracias por dejarme volver al pasado.
Precioso, lo sentí todo.

Te dejo el más fuerte de los abrazos y un beso.

Julio Dìaz-Escamilla dijo...

Me has instalado en el corazón ¡yo no sé qué me has puesto en él! Ternura, amor... Dolor, añoranza y ¡vida! Sí, vida en los recuerdos que se animan.
No he podido dejar de leer todo el poema sin escuchar una música tierna.
Gracias por esta belleza.
Un abrazo.

MariCarmenblogs.com dijo...

Muy bello homenaje, y bien merecido para esas abuelas que tanto ayudan y que son la cimiente de la familia.

Yo tambien tuve el privilegio de tener una abuela de estas!

Un fuerte abrazo...

marengo dijo...

Hola lili, ando algo desconectado pero me gusta atender a quien me visita, sobre todo si es mi dulce, agradable y madura amiga porteña, siempre transmitiendo esas "dulces vibraciones", te diré amiga que me uno a éste homenaje , identificándome con el personaje de tu entrada, muy emotiva pero el mío sería madre Luisa...otra bendición de Dios, un ángel custodio para mí y los míos, y la tengo presente a través de las cosas buenas, insólitas y positivas de mi vida....¡¡qué te podría decir de tus entradas, cada una con su "toque" especial, llegándome siempre a lo más profundo de mi ser, y alegrandome un montón de tu presencia por acá...te envío un beso impregnado en amistad y cariño....chao guapa.

Liliana G. dijo...

Sé, querida Loren, que has escuchado de boca del nieto, cuánto significa para él, el recuerdo de su madre-abuela, ese sentimiento tan entrañable es el que inspiró estos versos, que ofrezco como tributo a todas las madres, también a la tuya, y a todas las abuelas que dan la vida por sus niños.

Muchas gracias, amiga mía.

Un beso enorme.

Liliana G. dijo...

Hola, Carla, me da muchísimo gusto que el poema te haya llevado, a través del recuerdo, a los brazos de tus abuelas.

¡Gracias!

Besotes.

Liliana G. dijo...

Querido Carlos, a mí me da mucha ternura tu emoción, haber instalado en Bitácora, esa puerta imaginaria que te traslada y nos traslada a todos, a los recuerdos de nuestra niñez.
Es un honor para este sitio, que entre esos recuerdos esté tu querida tía-madre.

Gracias, de todo corazón.

Un beso y un abrazo.

Anónimo dijo...

Querida Liliana, soy abuela y me emocionó tu poema.
Muy bellos sentimientos hay en tus letras que llegan al alma.
Siempre es un placer inmenso leerte, escribes maravilloso.
besitos para ti querida amiga, que Dios te bendiga.

Liliana G. dijo...

Me asomo a esa ventanita oscura que te identifica, Toro, y allí encuentro mucha luz arropando un corazón inmenso y cálido: el tuyo.

Emocionarte con mi poema es homenajearme a mí, querido amigo. ¡Gracias!

Besotes.

Liliana G. dijo...

Mi querida Abu, si pude llegar a tu alma, he podido alcanzar mis metas ¿qué más podría pedir? Tu sensibilidad le ha puesto un broche de oro a mis versos.

Muchísimas gracias.

Otros mil besos para vos.

Liliana G. dijo...

El olor a pan tostado es el cálido olor de los recuerdos, pero también lo es de la tibieza del presente.
(Me encanta el olor a pan tostado)

Muchas gracias, Sarco.

Besos.

Liliana G. dijo...

Zedieck, gracias por regalarme una parte de tu niñez, de tu emoción, de tus recuerdos. Estoy segura de que tu Abu Inés se sentiría encantada de que hayas regresado por ella, quizás también recuerde tus barriletes...

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

Julio,¡qué sensibilidad la tuya! Hace que sienta que todo lo que escribo pasa directamente de un corazón a otro. Un magnífico regalo de tu parte.

¡Gracias!

Muchos cariños.

Liliana G. dijo...

En verdad es un privilegio tener una abuela como esta, también lo es saber que vos, querida MariCarmen, has sido una de las afortunadas. Comparto, humildemente, este homenaje con ella.

Muchísimas gracias, todas...

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

Allí van mis versos para la Madre Luisa, José Antonio, que repartiendo amor y cariño nunca nos vamos a quedar cortos. Mi abuela también se llamaba Luisa, y cuando la recuerdo a ella, a su casa y a su pueblo, me invade una gran ternura. La misma que siento ante tus palabras, esas que constituyen mi premio.

Mil gracias querido amigo.

Un beso y un abrazo enormes.

Liliana G. dijo...

¡Abuela Noemí! Felicidades por serlo, también a vos te toca ser parte de este homenaje. Claro que sí, es un gusto saberlo...

Gracias, por tanta calidez.

Muchos besos.

Linus dijo...

Es imposible no emocionarse al leer tus versos, Liliana, están llenos de cariño y ternura. Todos tenemos alguna historia que nos hace sentir identificados con ellos, sin lugar a dudas has hecho aflorar lo más entrañable de mi ser. Te doy las gracias por ello.

Sencillamente, hermoso.

Un beso.

La abuela frescotona dijo...

pues es el homenaje que muchos olvidan, me hizo llorar tu poema, abrazo a esa abuela valiente, hoy con los días que corren son muchos los criados de abuela, gracias a Dios por ese papel tan bello de abuela, saludos amiga mia

Liliana G. dijo...

Soy yo quien debe darte las gracias y te la da de todo corazón, Linus, palabras como las tuyas son un mimo porque surgen desde los sentimientos.

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

¡Ay, Amalia! Espero que lo hayas asumido desde la parte que te toca. Estoy segura que como abuela sos el sol que alumbra a tus nietos, su norte y su camino; la que ha dado vida a los padres y la que acompaña a sus hijos.

¡Gracias, muchas gracias! La emocionada soy yo.

Para vos, Amalia querida, todo mi cariño.

miscyberamigos dijo...

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**Andrea** dijo...

Hola Lili!! Bellísimos versos escritos con el alma, el tuyo es un inmenso homenaje a esta abuela y a todas las abuelas. Se lo merecen. Gracias por compartir tus sentimientos.

Un beso muy grande.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Liliana:

Cada abuela es y será una Madre Pepa, muchas abuelitas el mundo merecen homenajes como el que tu nos traes hoy.

Un abrazo.

Juan Sin Nombre dijo...

Un gran poema para una gran mujer. Tus versos están llenos de ternura, conmueven.

Bellísimo, Liliana.

Un beso.

julia rubiera dijo...

infinitas gracias por regalarnos la magna belleza de estos versos de tan insigne poeta, un besin de esta amiga admiradora.

marengo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Francisca Quintana Vega dijo...

Hola. Gracias por tu visita y por tus palabras.
Me ha emocionado el sentimiento de generosa ternura que transmite este poema. Es tremendamente entrañable y su expresividad es total.
Las madre...las abuelas...nunca es suficientemente reconocido su inmenso amor y su capacidad de sacrificio.
Precioso. Besos

Anónimo dijo...

Querida Liliana, eres muy dulce, te dejo todo mi cariño.
besitos para ti querida amiga, que Dios te bendiga y te deseo un fin de semana maravilloso.

http://www.el-sentir-del-poeta.com
http://www.poemas-delalma.com

Liliana G. dijo...

¡Muchas gracias, Laura! Ya me traje tu regalo con todo cariño.
También para vos, felicidades en el Día del Niño, para los pequeños y para todos los que aún conservan el niño en el corazón.

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

Los sentimientos, si no se comparten no tienen razón de ser, Andrea, es un placer poner los míos a disposición de quien me lee...

¡Muchas gracias!

Otro beso grande para vos.

Liliana G. dijo...

Es verdad, Rafael, coincido en que "todas" las abuelas merecen un homenaje, algunas tendrán un poema, otras, un beso, algunas, una flor..., todos son iguales en el sentimiento porque nacen del amor.

Gracias, querido amigo.

Un beso.

Liliana G. dijo...

Una gran mujer que abrió la puerta del cariño a todas las grandes mujeres que marcaron nuestra vida.

¡Gracias, Juan!

Besos y cariños.

Liliana G. dijo...

Mil gracias a vos, querida Ozna, por tanto cariño, sensibilidad y reconocimiento. Es hermoso compartir emociones a través de la palabra escrita.

Un beso enorme.

Liliana G. dijo...

Liliana García, J.A. Pero si querés escribirme (porque las Liliana García somos legión), podés hacerlo a lilianacristinagarcia@yahoo.com.ar

Besos.
(¿Te dije que la foto de tu perfil es divinísima?:)

Liliana G. dijo...

Muchas gracias a vos, querida Paqui. Seguramente que podemos reconocer la fabulosa entrega de nuestras madres y abuelas, pero tal vez no encontremos las palabras para ponerlo por escrito. Esta pequeña muestra reivindica a todas ellas :)

Muchos besos.

Liliana G. dijo...

Mil gracias, Noemí. Que tu cariño sea el aura que te cubre y te alienta en tu infinita dulzura.

Besos, cariños y excelente fin de semana :)

esteban lob dijo...

Hola Liliana,

El tuyo es un gran homenaje a tantas abuelas, quienes también dejan el alma en apoyar a los suyos.

Un beso.

marengo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Liliana G. dijo...

Esa fue la intención, Esteban, agasajar a la Madre Pepa y que sea y que se haga extensivo a todas las Madres Pepas que encontramos a lo largo de nuestra vida...

Gracias mil.

Besotes.

Liliana G. dijo...

Vamos a intentarlo de otra manera, J.A.: escribime a la dirección que te di y me decís cuál es tu perfil, a ver si la que te ecuentra soy yo ¿sí?
Sí estoy en face (como "Marengo" no te he encontrado)

La imagen de tu perfil me da una ternura infinita. Adoro los gatos, jajaja Chuic!

marengo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alas.Rotas dijo...

Madre Pepa igual no utiliza este medio, pero alguien de su entorno se lo leerá y se sentirá orgullosa de tus palabreas y si ella ya no está aquí, algún ángel se lo leerá. Bellas palabras de una persona que ocupa un trocito de mi vida y esa persona eres tú. Un beso

Liliana G. dijo...

Como te decía en tu blog, te envié una invitación para Messenger a la dirección que figura en tu blog. A ver si lo recibís, porque tampoco te encuentro por tu nombre...

Liliana G. dijo...

Se lo leerá un ángel, Ramón, estoy segura, pues ella ya no está aquí, quizás donde esté pueda adivinar la poesía y los sentimientos, estoy segura que sí.

Muchas gracias por dejarme ocupar ese trocito de tu vida :)

Mil besos.

Meulen dijo...

Nuestros mayores nunca nos dejan
ellos permanecen en nuestra vida
porque son los que fundaron nuestras raices y por ellos corre la sabia fecunda...

jamás muere el amor de lo nuestro!

abrazos sinceros para ti!

Kiki Nikon dijo...

Separarse de quien te crió debe ser terrible, para la persona y para el niño, sus huellas quedan en los corazones toda la vida. Muy conmovedor Liliana, una historia bellamente contada. Pone la piel de gallina.

Un gran cariño.

Rayén dijo...

El amor de una abuela siempre se lleva en el corazón.

Me encanto leer este poema de tan nobles sentimientos.

Te dejo un abrzo cariñoso.

Liliana G. dijo...

Así es, Meulén, estoy totalmente de acuerdo con vos, nuestros mayores perviven en nosotros porque somos ramas de su propio árbol...

Muchas gracias, querida amiga. Buen comienzo de semana.

Besotes.

Liliana G. dijo...

Aunque no lo he pasado, Kiki, muchas veces pienso en lo desgarrador que es separar a un niño de sus afectos, y también me eriza la piel. Pero hay veces que las circunstancias no dejan otra alternativa...

¡Gracias!

Un beso grande.

Liliana G. dijo...

Mil gracias, Rayén. Es cierto el amor de las abuelas queda en nuestro corazón y es el corazón quien se encarga de mantenerlo a salvo del olvido.

Muchos cariños :)

lichazul dijo...

cuántas madres pepas hay y cuántas nos habitan!

un hermoso poema lleno de sentimiento bordado
Felicitaciones Liliana

abrazo desde este sur

Ainara dijo...

Un merecido homenaje a una abuela madre que supo hacer de su nieto un hombre de bien y que representa a todas las abuelas que nos acunaron entre los brazos de amor.
Hermosos versos Lili, tan llenos de ternura que conmueven.

Muchos besitos.

Esthi Rubio dijo...

Liliana un suspiro me sale y eso que yo no conocí a mis abuelas pero solo por lo que me han contado de ellas, la espiritualidad, el amor incondicional, se fueron ellas muy jóvenes, cuanto me hubiera gustado conocer a mis abuelas:Emma y Serafina pero no tuve la suerte, tampoco mis abuelos por eso valoro tanto ese lazo de unión que se crea entre mis hijos y sus abuelos, es maravilloso casi mágico, y los hechos quedan, la bisabuela de mis hijos se marchó este año, pero cuando mis hijos se recuestan en el sofá en el que ella estaba, siempre me piden lo mismo, hazme los masajes que me hacía la abuela....

Liliana G. dijo...

Sí, Licha ¡cuántas! Yo creo que todas... ellas nos precedieron y en ellas vivimos.

Muchas gracias :)

Un beso.

Liliana G. dijo...

La ternura llama a la ternura, Marymar, hubiera sido imposible escribir un poema que no tuviera una naturaleza sensible.

¡Gracias!

Cariños.

Liliana G. dijo...

¡Hola, Esther! ¡Qué alegría encontrarte!
Comprendo que tu sensibilidad a flor de piel te acerque a esos abuelos, a los tuyos desde donde estén y en su nombre a todos los abuelos, pues ellos se lo merecen.
Es muy dulce la historia de tus hijos, eso nos demuestra que el amor perdura mucho más allá de nosotros.

Muchas gracias, querida amiga.

Un beso inmenso :)

//elojodelhuracan// dijo...

Conmueve la ternura de tus versos y la historia en sí misma, es un canto de vida.
Mis felicitaciones una vez más, Lili.

Un beso con abrazo.

Liliana G. dijo...

En verdad es una historia muy conmovedora, Jorge, no puedo menos que agasajarla con un poema, este es mi humilde homenaje.

Muchas gracias.

Besos.

Rosa Mª Villalta dijo...

Hola Liliana, vengo del blog de Poemas del alma y me tienes aquí para seguirte, pues escribes bello, escribes con arte y tienes muchíisimo sentimiento.
Muchos besos. Rosa.

Liliana G. dijo...

Hola Rosa María, estoy encantada de que estés en Bitácora, mis puertas estarán siempre abiertas para recibirte.

¡Gracias y bienvenida!

Un beso grande.

Mary dijo...

Te doy las gracias Lili por no permitir que en mis días de vacaciones se me quedara este precioso homenaje sin leer, te crees si te digo que tengo la vista nublada por las lagrimas,¿te lo crees?,yo nunca conocí a mis abuelas pero doy fé de cuantas palabras bellas como estas se merecen.

PRECIOSO LILI,PRECIOSO CON AVARICIA."VA POR TI MADRE PEPA"

Liliana G. dijo...

Claro que te lo creo, Maryta, sé que tu sensibilidad no puede ser indiferente a una historia de vida como la que relata el poema, una historia entrañable donde el amor es el protagonista.

Muchísimas gracias, querida amiga.

Un beso gigante.

América dijo...

Bello homenaje,sentido universal del mismo para todas aquella que acunan por segunda vez con la misma ilusión de la primera vez.
Un fuerte abrazo y toda mi admiración.

Liliana G. dijo...

Así es, América, nada más loable que la actitud de las abuelas con su ejemplo permanente y su cariño infinito.

Muchas gracias, querida amiga.

Un beso muy grande.